Las temperaturas terrestres volvieron a dar un estirón en el 2010 tras cinco años en los que el calentamiento global parecía haberse tomado un respiro. Según los datos hechos públicos por el Instituto Goddard de la NASA (GISS) y la Administración de la Atmósfera y los Océanos de EEUU (NOAA), el año recién concluido fue el más cálido desde finales del siglo XIX tras superar en dura lucha al 2005 y 1998, aunque las diferencias son más pequeñas que el margen de error estadístico. Total, lo mejor es hablar de empate en la cima.

Para el GISS, las temperaturas del 2010 fueron 0,63 grados superiores a la media obtenida en el periodo de referencia (1951-1980), lo que supone estar ligeramente por delante del anterior récord del 2005 (0,61 grados). Para la NOAA, la desviación fue de 0,62 y también se superó el récord, pero en este caso estaba en poder de 1990 (0,60). Un grado puede parecer poco, pero puede suponer el desplazamiento de las isotermas en más de 150 kilómetros hacia el norte o hacia el sur (dependiendo del hemisferio).

Desde 1880

Los datos proceden del análisis de más un millar de estaciones meteorológicas repartidas por todo el mundo, las más antiguas en funcionamiento desde 1880. Tres grandes instituciones --el GISS, la NOAA y el Met Office del Reino Unido-- emplean las mismas fuentes, pero sus resultados no son exactamente los mismos porque varía la forma de procesar la información. Por ejemplo, en grandes áreas de Africa y Asia, así como en el mar, no hay termómetros y es preciso extrapolar y reconstruir datos con estaciones relativamente cercanas.

Las temperaturas han aumentado ocho décimas desde 1900, aunque casi todo el aumento se concentra a partir de 1970. "Si sigue la tendencia al calentamiento, el récord no se mantendrá por mucho tiempo", aventura James Hansen, del GISS. De hecho, la marca del 2010 se ha alcanzado pese a la presencia del fenómeno de La Niña , que va asociado a un enfriamiento de las aguas oceánicas. Las temperaturas fueron más anormales en el hemisferio norte (sin discusión el año más cálido desde 1880), que en sur, donde el 2010 ocupa un discreto sexto puesto.

Así, la mayor anomalía se registró en las tierras continentales del norte, que tuvieron una desviación sobre la media de 1,14 grados. El GISS considera incluso que el duro invierno que sufre Europa, el más frío de las últimas décadas, podría ser también un resultado del calentamiento global y del retroceso de los hielos marinos en el Artico. Ha habido un cambio de patrones que ha llevado a que en la vertiente occidental del Atlántico (Canadá y Groenlandia) las temperaturas fueran en diciembre hasta 10 grados superiores a la media.

El 2010 fue también el año con más precipitaciones desde 1880, según la NOAA, un resultado lógico dado que las temperaturas más elevadas tienden a acelerar el ciclo de la lluvia y la evaporación.