Mucho se habla de las modificaciones en nuestro día a día que se podrían adoptar tras la pandemia de la covid-19, pero ¿y los cambios como especie? ¿Vamos a cambiar en algo? El paleontólogo Juan Luis Arsuaga opina que no.

«La respuesta corta es no. La respuesta larga es también no», afirma a Efe Arsuaga, quien señala que los efectos de esta crisis sanitaria mundial son de carácter social, político y económico, «y tampoco creo que lleguen a la categoría de maremoto».

Codirector de las excavaciones en los yacimientos de la sierra de Atapuerca (Burgos) y Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1997, este investigador repasa en una entrevista el papel de la ciencia, su financiación o la relación entre investigadores y políticos.

<b>-De todo lo vivido en esta pandemia, ¿qué le ha sorprendido y por qué?</b>

-Me ha sorprendido el modelo matemático de la curva, con ese pico que supera la capacidad de la sanidad en cualquier país. No contaba con un pico tan alto de enfermos necesitados de hospitalización e incluso de cuidados intensivos en tan poco tiempo. Nadie había modelizado una pandemia así, que yo sepa. Como se ve, es un juicio puramente científico sin componentes sociológicos el que emito. Para hablar de ellos se necesitaría mucho espacio.

<b>-¿Vamos a cambiar en algo como especie? ¿En qué?</b>

-La respuesta corta es no. La respuesta larga es también no. A efecto de evolución humana no tiene incidencia. Sus efectos son de carácter social, político y económico, y tampoco creo que lleguen a la categoría de maremoto.

-Y esos cambios de carácter social, a su juicio, ¿cuáles serán? ¿Y los económicos?

-Dependerá de si la pandemia vuelve. Yo creo que no va a volver con la misma fuerza ni mucho menos, pero las medidas preventivas se mantendrán unos años y eso alterará nuestros hábitos de vida. Estoy convencido de que añadiremos los virus a la lista de nuestras preocupaciones pero no creo que sea una variable histórica de primer orden. Simplemente desarrollaremos sistemas de prevención, detección, vacunación, control, tratamiento, etc. contra este tipo de virus y los incorporaremos a nuestra sociedad. Creo que la preocupación por el cambio climático es una variable de mucha mayor envergadura en términos socioeconómicos y geopolíticos. De hecho ya está condicionando nuestra economía y hábitos de consumo y aún lo hará mucho más. Pero no creo que se vayan a producir cambios profundos en los dos grandes ejes de la historia reciente de la humanidad: globalización en todo, empezando por las comunicaciones, y crecimiento de las megalópolis.

-Una enfermedad como la covid-19 ¿puede dejarnos huella genética, cambios que sean rastreables para los paleontólogos del futuro?

-En realidad no, para decirlo en pocas palabras. Lo habría hecho si se hubiera producido una gigantesca mortalidad, con una reducción drástica de la diversidad genética humana que sería detectable, lo que se conoce como un cuello de botella evolutivo. Pero afortunadamente la tragedia no ha llegado a tanto.

-Estos días se ha hablado mucho de ciencia. ¿Cree que ha calado en la ciudadanía y en la clase política su importancia? ¿Cómo debería ser su financiación?

-Está claro que el mensaje de la ciudadanía es que se necesita más ciencia en general y no digamos en España. Aunque la ciencia fuera cara, que no lo es, la ignorancia es una ruina. La ciencia es siempre inversión productiva y junto con la educación el mejor negocio de un país. En España deberíamos plantearnos, de momento, dedicar la media de la Unión Europea a ciencia.

-¿Se han entendido políticos y científicos en esta crisis? ¿Como debería haber sido esta relación y cómo debe ser?

-Sin duda alguna, ¡qué remedio! Pero no debería hacer falta una desgracia para que haya más asesoramiento científico en la política. Espero que en el futuro, antes de decidir sobre temas que tienen un componente científico importante, se informen adecuadamente. Los científicos estaremos encantados de ayudar y hay organizaciones de investigadores, como la Fundación Gadea, que pueden cumplir esa función necesaria.

-La investigación paleontológica, ¿ha sufrido?

-Cada vez se trabaja más con imágenes digitales de los fósiles obtenidos con escáner, por lo que hemos podido trabajar en el ordenador de casa si este es lo suficientemente potente. Por supuesto, esto solo sirve para unos pocos meses porque hay muchas más cosas en el trabajo de un paleontólogo que ver imágenes. Para empezar, esperemos que se pueda excavar este verano y volver a los laboratorios.