Hacía un año y medio que David Civera no tocaba en Extremadura y ha vuelto con las pilas cargadas. Lo demostró el lunes por la noche en un concierto gratuito y al aire libre que llenó a rebosar la plaza Mayor de Plasencia. Pocos se resistieron a bailar y cantar canciones tan conocidas como Que la detengan , Perdóname , Bye Bye o su último sencillo, Para vivir contigo .

--¿Cómo se siente en Extremadura?

--Aquí es donde mejor me siento porque yo vengo de Teruel, una ciudad pequeña y desconocida y esto me recuerda a aquello. Aquí estoy a gusto, se come bien, te miman. Estoy muy agradecido por el cariño que se me ha brindado en Plasencia, que es una ciudad que hay que venir a ver aposta para disfrutarla. En sus calles se respira tradición y leyenda. Me recuerda a un pueblo de Teruel, Albarracín, por sus calles estrechas y su muralla. A Extremadura hay que venir con tiempo y siempre me reservo un día y medio para visitar los sitios donde actúo.

--¿Sus conciertos son la forma de agradecer el cariño?

--Sí. A mí me gusta que el público colabore, que sea una parte más del espectáculo. Yo les ofrezco un concierto familiar, que engloba a los más pequeños y a los mayores de la casa porque, tras ocho años en los escenarios, cada vez son más las familias enteras que vienen a verme y la gente es la que te da el apoyo, la que te levanta. Tengo cinco músicos y cuatro bailarinas y en el repertorio entra desde el swing, al tango, el pop y hasta alguna ranchera. Es un concierto de casi dos horas, pero que se hace corto porque hay muchas canciones conocidas, que ya forman parte de la cultura de este país.

--Muchas han sido canciones del verano, ¿le preocupa que le encasillen ahí?

--Si yo hubiera sido un fenómeno de verano, me habría quedado en el primer disco y ya está. Lo que ocurre es que casi siempre saco disco en el mes de mayo, pero ya tengo casi 30 años y ha habido una evolución en mi carrera. Este último disco es un disco de agradecimiento, recopilatorio de mi estilo.

--¿Cómo pasa uno de estudiar informática a ser cantante?

--Yo estudiaba informática de gestión porque me gusta mucho la informática y esas aplicaciones me han servido para componer canciones. Además, tenía matrícula de honor en cafetería, pero tenía que compatibilizar mis estudios con los programas Lluvia de Estrellas y Canciones de Nuestra vida y era complicado de compaginar.

--¿Mereció la pena el cambio?

--Sí claro que mereció la pena después de 700 conciertos en ocho años. Entre ellos, recuerdo las actuaciones en diferentes ciudades y pueblos de la provincia de Cáceres y Badajoz como Mérida, Acehuchal o Almaraz. Además, era difícil encontrar una oportunidad en una ciudad pequeña como Teruel.

--¿Y el secreto del éxito es...?

--Que he ido sorprendiendo año tras año y tengo un público que ha crecido conmigo, desde los niños que cantaban el bye bye hasta los cabezas de familia que me veían al principio cantando en los programas de televisión. Además, el éxito está en haber cuidado la evolución y haber estado ahí sin entrar en el juego de desvelar otros aspectos de mi vida. Soy afortunado porque no me falta trabajo. Sin ir más lejos, el próximo sábado actúo en la Expo de Zaragoza.