Los padres tendrán la obligación de llegar a un acuerdo a la hora de decidir el apellido de los hijos, y si finalmente no lo consiguen, será el encargado del Registro Civil el que tome la decisión atendiendo al interés superior de los menores. Así lo ha acordado hoy la Comisión de Justicia del Congreso, que ha aprobado el proyecto de ley del Registro Civil, que persigue la modernización de este órgano adaptándolo a las nuevas tecnologías y la desjudicialización del mismo, entre otros asuntos. La Comisión, que tiene competencia legislativa plena, finalmente ha rechazado la propuesta inicial del Gobierno que establecía que el orden de los apellidos de los hijos, en caso de desacuerdo de los progenitores, lo determinaría el encargado del Registro en función del orden alfabético. Según la enmienda transaccional aprobada por 37 votos a favor y una abstención, los progenitores tendrán el derecho pero también el deber de decidir dicho orden y si no llegan a un acuerdo sobre éste, se les dará un plazo de tres días para que continúen con la negociación. Si aún así no logran un acuerdo, será el encargado del Registro el que, en función del interés superior de los hijos decida el orden de los apellidos.