Representantes de varios de los sindicatos con representación en el centro penitenciario de Picassent (Valencia) se han encerrado en el despacho del director de la cárcel para reclamar mayores medidas de seguridad para los trabajadores de esta prisión. Según ha informado en un comunicado la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip), mayoritaria en el centro, la protesta pretende denunciar "los gravísimos incidentes que han ocurrido en los últimos meses".

Los funcionarios del centro lamentan que "nadie en la Dirección General de Instituciones Penitenciarias se haya tomado en serio" la "gravedad" de los problemas que padecen. A este respecto aseguran que "los trabajadores tienen miedo real cada día de acudir a su puesto de trabajo", ante la posibilidad de que puedan "sufrir algún tipo de agresión física, o algo aún más grave". Además insisten en que "nadie, ni desde la dirección del centro ni desde Instituciones Penitenciarias" hace "absolutamente nada para tratar de arreglar el caos en el que esta prisión se ha convertido", donde "se está empezando a considerar normal que un interno agreda a un trabajador".

Acaip asegura que "los internos del centro tienen un sentimiento de impunidad que está afectando gravemente" a la "seguridad", tanto de los funcionarios como de otros internos. En la prisión de Picassent, afirma el comunicado, "todas las actividades previstas han de realizarse aunque no haya personal suficiente, a costa, en muchas ocasiones, de dejar varios módulos con más de cien internos cada uno bajo la vigilancia de un solo funcionario".

Los reos no cumplen los castigos

El sindicato denuncia además que "algún mando intermedio se dedica a perseguir a varios funcionarios, asignándoles servicios que no les corresponde e incumpliendo acuerdos entre los sindicatos y la dirección". Ello ha provocado que funcionarios con "gran experiencia" residentes en Valencia hayan decidido pedir el traslado a otros centros "a pesar de tener que recorrer todos los días cientos de kilómetros", y que hayan sido sustituidos por funcionarios en prácticas, añade la nota.

Recuerda el comunicado que las sanciones disciplinarias a los internos por haber protagonizado incidentes graves o muy graves "no se llegan a cumplir, o si se cumplen se hace cuando han transcurrido muchos meses", cuando ya no son "efectivas". Esta circunstancia es posible porque, según explica Acaip, "en ocasiones se presiona a los médicos del centro para que firmen que no están en condiciones" de cumplir las sanciones, por lo que "internos muy peligrosos se han dado cuenta que fingiendo cualquier dolencia son trasladados al módulo de Enfermería", donde las medidas de seguridad son menores. Igualmente critican que la mayoría de veces en que se produce una agresión a un trabajador "no hay una respuesta inmediata", y los presos "siguen en el centro, sin que se les aplique un régimen más restrictivo ni se les traslade a otra prisión".