Los toros de la ganadería de Jandilla pasaron con nota la fama de peligrosos que han conseguido en las calles de Pamplona. El balance del quinto encierro puede resumirse con la noticia de cuatro corredores empitonados, pero los cinco minutos y medio que duró la carrera dieron para mucho más si se quiere entrar en detalles: hubo toros sueltos, arrancadas imprevisibles, embestidas contra el vallado y algunas escenas dramáticas, de las que se recuerdan por un tiempo.

La cogida del guipuzcoano Xabier Salillas García, de 31 años, alcanzado en Estafeta, fue para archivar en la memoria. Durante diez interminables segundos, recibió las acometidas de Vaporoso en casi todas las posturas posibles. El joven trató de escabullirse a gatas hacia el otro lado de la calle y el toro fue tras él, pero un mozo, que tiró del rabo del animal, logró evitar más cornadas.

La carrera había arrancado a una velocidad trepidante en los corrales de Santo Domingo. Los jandillas también lucen desde hace años la etiqueta de rápidos y ayer cumplieron igualmente con la previsión. Regidor, un toro burraco de 520 kilos, completó un esprint fulgurante y llegó adelantado a la plaza del Ayuntamiento, pero resbaló violentamente en Mercaderes.

Al otro lado de la valla

Allí se dibujó una nueva carrera, porque también se estrelló contra el suelo Vaporoso, un toro negro de 550 kilos que acabaría propinando tres de las cuatro cornadas. Tardó varios segundos en levantarse, lo que le obligó a completar solo el recorrido.

La primera cornada se la dio a un sargento de la policía municipal vestido de uniforme. El agente trataba de ayudar en Mercaderes, desde dentro del vallado, a un mozo que buscaba el refugio en las tablas, y el morlaco le produjo una herida.

Ya en la Estafeta, Vaporoso protagonizó el episodio descrito en las primeras líneas. Poco después se lanzó a por Antonio Prieto y lo estrelló contra el vallado, pero no llegó a empitonarlo. En la plaza sí corneó a Aníbal Agudelo, que se le había acercado de forma temeraria. Los demás animales mantuvieron el sentido de la carrera.