El escándalo desatado en China por la venta de leche en polvo adulterada con melamina, que ha causado la muerte de cuatro bebés e intoxicado a miles y que fue ocultado durante meses, aumenta tras revelarse hoy que las principales marcas del país también han distribuido leche líquida con esa sustancia tóxica. Aunque la cifra de afectados por la leche contaminada no ha aumentado en las últimas horas -6.244 bebés con cálculos renales, de los que cuatro fallecieron-, el máximo órgano de control reveló que en los últimos controles se detectó también melamina en leche líquida convencional.

La melamina en leche líquida se halló en tres de las principales marcas chinas del sector: Bright, Mengniu y Yili, ésta última patrocinadora de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. A ello deben añadirse informaciones sobre el hallazgo por las autoridades sanitarias de Hong Kong de melamina en otros productos lácteos como yogur y helado, de la marca Yili, que la ex colonia británica recomendó no consumir.

Según las últimas pruebas de la Administración Estatal de Control, Inspección y Cuarentena (AQSIQ), citadas hoy por el diario "China Daily", se encontraron 24 partidas de leche líquida contaminadas con melamina de 1.202 analizadas. La mayor concentración de melamina se halló en los productos lácteos de Bright, donde cada kilo de leche contenía 8,6 miligramos de la sustancia química.

AQSIQ, no obstante, aseguró que la melamina en la leche no constituye una gran amenaza para la salud de los adultos. Incluso en altas concentraciones, no perjudicaría a un adulto de más de 60 kilos que consuma menos de dos litros al día. En bebés, no obstante, la leche en polvo adulterada puede causar trastornos en el tracto urinario tales como cálculos renales, como ha ocurrido en niños chinos desde al menos el pasado mes de mayo (en el que se produjo el primer fallecimiento), aunque los casos no han aparecido en la prensa hasta septiembre.

El escándalo se ha cobrado hasta ahora 18 detenciones y varias destituciones, entre ellas la del alcalde de Shijiazhuang (capital provincial donde se encuentra la sede de Sanlu, primera marca en la que se encontró melamina) y la presidenta de la citada empresa.

El escándalo amenaza con arruinar al sector lácteo de China, país donde el consumo de leche es muy bajo con respecto a Occidente pero se estaba intentando estimular entre la población, a través de fuertes campañas publicitarias en las que participaron estrellas como el atleta Liu Xiang o el astronauta Yang Liwei. La cotización de Yili en la bolsa de Shanghai descendió ayer un 10 por ciento y la de Bright, un 3,55, cayendo ambas a sus niveles más bajos desde marzo de 2006.

Entretanto, importadores de leche de China iniciaron sus propias investigaciones -como Corea del Sur o Bangladesh-, mientras países como Colombia anunciaron que dejarán de importar productos lácteos procedentes del país asiático.

El caso, que vuelve a sembrar dudas y desconfianza sobre los controles de calidad de Pekín tras un 2007 plagado de escándalos por exportaciones chinas, ha conseguido que "los padres no sepan ya con qué alimentar a sus hijos", según un artículo de la agencia oficial Xinhua. Muchos consumidores han señalado que no volverán a tomar leche hasta que no se aclare el caso y algunas madres reconocen que han empezado a alimentar a sus bebés con leche de soja o sopas de arroz.

El Gobierno chino prometió "duros castigos" a los responsables de esta nueva alerta sanitaria en un país donde la ley contempla la pena de muerte para casos que afecten a la salud nacional. Mientras, crecen las iras por lo que parece haber sido un nuevo caso de ocultación de problemas de seguridad sanitaria nacional, como pasó en años anteriores con el SRAG o la gripe aviar.

La agencia Xinhua reveló que la marca de leche china Sanlu, principal implicada en el escándalo de la leche adulterada para bebés -en ella se encontraron los primeros casos- intentó sobornar a un consumidor que quiso destapar el caso hace ya tres meses. Sanlu pagó 280 dólares a un hombre para que borrara varias notas en Internet donde aseguraba que varios bebés habían sentido molestias tras consumir productos de esa marca.

El Gobierno chino reconoció que el sector lácteo está en estado "caótico" y aseguró que ya ha tomado medidas, entre ellas abolir la controvertida norma estatal que eximir a las marcas más prestigiosas de pasar controles de calidad, una práctica iniciada en 2000.