Alemania quedó paralizada ayer con la noticia de la muerte de cinco niños, asesinados por su propia madre, de 31 años, en la localidad de Darry, en el norte del país. Los menores, de entre 3 y 9 años, fueron encontrados el miércoles por la policía, que acudió a la casa alertada por un médico al que la mujer confesó el crimen.

Las primeras investigaciones, según la policía, apuntan a que "la enfermedad psiquiátrica de la mujer" está detrás de los hechos. La autopsia de los cadáveres confirmó que los niños fueron asfixiados y no se descarta que hubieran sido sedados con somníferos.

Este caso se suma a otro triple infanticidio en Alemania, donde una mujer ha sido detenida como sospechosa de haber matado a sus tres bebés.