Hay empresas en las que no se andan con chiquitas. Es el caso del centro sanitario Lancashire Care NHS Foundation Trust, en el condado de Lancashire, al norte del Reino Unido, donde trabaja como enfermera Melanie Milner. La mujer fue despedida por quedarse las 27 latas de refresco que cayeron por error de una máquina expendedora cuando solo había pagado por una.Según explica el diario Lancashire Evening Post, los hechos ocurrieron en agosto del 2011, cuando Milner se dirigió a comprar un refresco en la máquina expendedora del centro. Al introducir la moneda, de una libra (1,18 euros), cayó su bebida y otras 26; en conjunto un importe de 9,60 libras (11,36 euros). La enfermera se quedó con 16 y el resto las repartió entre sus compañeros.

El circuito interno de televisión del centro registró el incidente y la empresa denunció a Milner a la policía, que la acusó de robo, y posteriormente la despidió. Ella recurrió y tuvo que ser readmitida. Ahora, dos años más tarde, el Consejo de Enfermería la ha amonestado por estos hechos y estará bajo vigilancia los próximos 12 meses.

Mensaje ejemplar

El organismo ha justificado la decisión por la necesidad de "subrayar la importancia de mantener la confianza de la ciudadanía en la profesión y para enviar un claro mensaje de los estándares de comportamiento que se esperan de una enfermera".

En una carta pública, Milner no ha dudado en disculparse: "Ha sido un error de juicio y de ética inexcusable por mi parte", ha escrito.