Agustín Oliva Sanguino, vecino de Arroyo de la Luz, fue uno de los 8 fallecidos cuyos restos mortales quedaron sin identificar entre las 71 personas que murieron en el accidente que tuvo lugar en la mañana del 22 de octubre de 1965 en la presa de Torrejón El Rubio. Ahora, 42 años después, sus hijas, María Victoria y Felisa Oliva han pedido el apoyo del ayuntamiento arroyano y su alcalde, Santos Jorna, para intentar que se inicie la investigación que permita localizar los restos mortales de su padre.

El estado en el que quedaron algunos cuerpos, dado que en algunos casos aparecieron 9 nueve meses después de la tragedia, dificultó las tareas de identificación por parte de los familiares. "Mis tíos fueron a reconocerlo y dijeron que no era su hermano, aunque el forense decía que sí era, pero finalmente mis tíos insistieron que no y por eso a mi padre se lo llevaron a una fosa común al cementerio de El Toril", explicó ayer María Victoria.

Una carta descubierta

El motivo de que ahora el asunto vuelva a resurgir es un carta que hace dos meses las hijas de Agustín han encontrado en la casa de su madre, fallecida. Dicha carta, según explicó ayer Santos Jorna, es un escrito que en 1965 el Juzgado de Navalmoral de la Mata envió al Ayuntamiento de Arroyo de la Luz y este a su vez a la mujer de Agustín informándole que los restos mortales de su marido habían recibido sepultura en el cementerio de El Toril y no habían sido trasladados a Arroyo porque no fueron identificados. Este escrito, descubierto por las hijas de Agustín en el interior de la bolsa de un armario, hizo que se trasladaran hasta el camposanto de El Toril.

Una vez allí, vieron incluso que donde supuestamente se encuentran los restos mortales de su padre hay una lápida con su nombre y apellido. "No sabemos quién puso esa lápida con los datos de mi padre, pero si está puesta es por algo y queremos saber si es él", afirmó María Victoria. "Nuestra intención es que se le hagan las pruebas del ADN y si es nuestro padre queremos llevárnoslo para enterrarlo en el cementerio de Arroyo junto a nuestra madre", añadió.

Santos Jorna ofreció ayer todo su apoyo a la familia y anunció que el ayuntamiento ya ha solicitado a la empresa Iberdrola, propietaria de la presa, que se haga cargo de los gastos de la exhumación de los restos mortales de Agustín, de las pruebas de ADN para su identificación y del traslado hasta el cementerio de Arroyo, si se diera el caso. Otro motivo que le lleva a Jorna a implicarse en esta iniciativa es ayudar a los demás. "Hay otros 7 fallecidos que no fueron identificados y quizás podemos ayudar a otras familias", señaló.