El Ministerio de Educación puntualizó ayer que las clases de religión musulmana, que podrán iniciarse a partir de enero del 2005, son una oferta que el Gobierno hace a todas las comunidades autónomas, para situar a esta religión en pie de igualdad con la católica y otros credos arraigados en España. "Nunca se va a decidir nada sin contar con las autonomías", destacó su titular, María Jesús San Segundo.

Según el subsecretario de Educación, Fernando Gurrea, el Estado paga actualmente a 11.000 profesores de religión católica, 58 de credo evangélico (protestantes) y 20 del islam. "Está en estudio una ampliación de estos docentes para garantizar el derecho a esta enseñanza siempre que se cumpla el mínimo de 10 alumnos", precisó en otro momento de su intervención.