Los cadáveres de los cuatro guardias civiles fallecidos el miércoles en un accidente de helicóptero en San Tirso de Abres serán trasladados a sus lugares de origen una vez que concluyan las labores de identificación de los cuerpos, según informó un portavoz del instituto armado.

Restos de los cuerpos han sido trasladados por vía aérea desde el hospital de Jarrio, en el municipio asturiano de Coaña, a Madrid para completar los análisis que se les estaban realizando para identificar los cadáveres, que se encuentran calcinados por el incendio que siguió al accidente.

Por expreso deseo de las familias, los restos de los agentes fallecidos serán trasladados posteriormente, una vez que concluya este proceso, a su lugar de origen, lo que obligará a suspender la instalación de la capilla ardiente prevista para hoy en el Cuartel de Rubín, en Oviedo.

No obstante, el próximo sábado se celebrará en la capital asturiana un funeral por las víctimas del siniestro ocurrido al colisionar el helicóptero en el que viajaban con unos cables de alta tensión en un monte próximo a la localidad de Solmayor, en el municipio de San Tirso de Abres.