Nadie habla de estar arrecío como José Manuel Díez , el de El Desván del Duende . Siempre me encantó esa palabra, se la escuchaba murmurar los días de frío a mi abuela cuando era pequeño. Pero José Manuel le ha añadido música y versos: "una luna de abril arrecía de besos". Genial. Si fuera estadounidense se lo rifarían como coach amoroso. Sí, es un nuevo invento de los americanos, un entrenador personal, un servicio a medida para ayudar a los tímidos o a los desafortunados a encontrar pareja. Por algo más de 200 euros se pueden contratar sus servicios para intentar enamorar a la persona en la que uno se ha fijado. Eso sí, en esos 200 euros entran sólo dos llamadas y un mes de apoyo a través del correo electrónico. La idea está teniendo un enorme éxito. Los sociólogos aseguran que esto se debe a que la gente pasa cada vez más tiempo enfrascada en su vida profesional y sus intereses personales y se olvida de las relaciones. Y eso debe ser lo que le ha pasado a Ibarretxe , que lleva tanto tiempo metido en sus asuntos que se ha olvidado de cómo son las relaciones de verdad. Yo le aconsejaría un coach amoroso, para que le oriente por lo menos sobre la forma de decir las cosas, aunque sea por internet. Porque es muy poco claro y anda al tonteo con unos y con otros. A mí, por ejemplo, sus propuestas me han dejado arrecío, pero de cojones, no de besos- En fin, que lo mismo tiene razón, pero que las cosas hay que decirlas de otra forma, más claras y con más poesía. Y si no que pruebe a contratar a uno de estos entrenadores, o mejor, que escuche (o lea) a José Manuel y a su desván. Le irá mejor. Porque estoy convencido de que la música y la palabra pueden ser la mejor fórmula de iniciar una negociación, aunque sea por la paz.