Los denominados metamateriales --materiales que no reflejan la luz, sino que le obligan a dar un rodeo a su alrededor-- son la clave para conseguir el sueño de lograr una capa de invisibilidad a lo Harry Potter que oculte cualquier objeto de la vista humana. Los científicos llevan trabajando con los metamateriales desde 1999 y ya han logrado efectos de invisibilidad en materiales de dos dimensiones. Pero, según publican esta semana las revistas Science y Nature, un equipo de la Universidad de Berkeley en EEUU ha creado un nuevo tipo de metamaterial tridimensional que desvía los haces de luz.

La investigación se basa en la refracción revertida, el efecto que hace que un objeto dentro del agua parezca curvado. Los expertos habían logrado hasta ahora que determinados metamateriales fueran invisibles usando microondas de un espectro muy lejano al que las personas ven.

Los metamateriales utilizados por el equipo de Berkeley son capaces de no reflejar microondas de un espectro cercano al utilizado en las telecomunicaciones, más próximo a los que son visibles por el ojo humano. Estos metamateriales son de tamaño nanométrico, construidos con estructuras artificiales, y no absorben ni reflejan la luz. Los haces simplemente los rodean.

"Para lograr el llamado efecto Harry Potter solo hay que encontrar los materiales adecuados para las ondas visibles", explicó a la BBC el profesor Ortwin Hess, de la Universidad de Surrey. Las aplicaciones del descubrimiento no se limitan a satisfacer el sueño de la invisibilidad, sino que puede aplicarse en óptica y comunicaciones. Pero la capa Harry Potter es un objetivo muy goloso, de ahí que el Pentágono financie la investigación. De desarrollarse, el descubrimiento permitiría convertir en invisibles los vehículos, como el coche de 007. Al final, el clásico Hombre Invisible hacía lo contrario: su protagonista se cubría para ser visible. El camino será cubrirse para ser invisible.