TEtn Madrid están de moda los restaurantes eróticos. En Extremadura, no, pero cuando se acerca San Valentín, algunos restaurantes se ponen picantes y ofrecen estimulantes menúes. La diferencia es que en Madrid, como son eróticos todo el año, llevan nombres apropiados para la ocasión: La Olla Caliente, Kamasutra, La Almeja Picante, en Ventura de la Vega, o Ñaca-Ñaca, famoso por sus labios de virgen. En Extremadura tienen nombres más comedidos. Por ejemplo, el mesón San Juan de Cáceres ofrece un menú San Valentín, pero hay que reconocer que con ese nombre tan apostólico no puede uno esperarse un despendole exagerado. En Mérida, el hotel Las Lomas también anuncia cena especial de San Valentín, aunque en este caso, lo de las lomas sí que sugiere vagas referencias al asunto en cuestión.

De todas maneras, lo de Madrid es otra cosa. Así, por ejemplo, el chef del restaurante Kamasutra, que queda por Goya, dice llamarse Chumina Power y bueno, con ese nombre no sale de ojo que te ofrezca el plato estrella de su carta: chuletas de semental. Y qué les voy a decir de Doctor Vicio, chef de La Olla Caliente, en la zona de Callao, que te sientas a la mesa y te sugiere sin desentonar la especialidad de la casa: rabo vengador. En fin, no me imagino yo al chef del mesón San Juan, un dignísimo caballero oriundo de Cilleros, recitando los platos de su romántica carta sin inmutarse. A saber: Bellotita rellena a los amantes de Cáceres, sorbete de frutas de la pasión, ensalada de langosta amor del Mediterráneo... Bueno, si lo hace por amor.