Ángeles Carmona (Sevilla, 1965), secretaria judicial con amplia experiencia en violencia sobre la mujer, preside el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) desde el 2014, periodo en el que han aumentado las denuncias y condenas por malos tratos.

<b>-Con altas y bajas, en términos generales el número de denuncias por maltrato ha aumentado. ¿Hay más violencia machista o están las mujeres más concienciadas?</b>

-En el Observatorio, la tendencia al alza de las cifras sobre denuncias siempre se ha interpretado como un dato positivo. Entendemos que significa que las mujeres se están atreviendo a denunciar, que confían en las instituciones y en que pueden ser protegidas. Es indudable que existe una mayor concienciación y sensibilización social contra los abusos sobre la mujer por el hecho de ser mujer y ello supone un importante apoyo a las víctimas.

<b>-Pese a ello, de las asesinadas hasta el 7 de junio, solo tres habían denunciado. ¿Qué motivos siguen detrayendo a las mujeres de confiar en el sistema? </b>

-Para la mujer víctima de violencia de género, la denuncia en muchas ocasiones se convierte en un acto heroico. Tienen miedo a las represalias del maltratador, a perder a sus hijos, a no ser creídas. Tienen sentimiento de culpa, porque su maltratador así se lo ha hecho creer, y de vergüenza al reconocerse víctimas. En las encuestas, aparecen las Fuerzas de Seguridad del Estado como la institución más valorada en la protección, pero difícilmente una mujer va a salir del maltrato si no tiene el apoyo de las personas que están cerca: sus familiares y allegados. Se ha demostrado que más del 70% de las mujeres víctimas salen del maltrato siempre que cuenten con el apoyo de su entorno más próximo y, desde luego, con el de las instituciones públicas.

<b>-El número de condenas también ha crecido. ¿Por qué? </b>

-Sin duda, el sistema judicial se ha ido perfeccionando con los años. Ahora, la especialización y profesionalización es cada vez mayor y gracias a ello los procedimientos judiciales se tramitan de forma más eficaz, consiguiendo que no haya impunidad en este tipo de delitos. No debemos olvidar que se trata de delitos que han sido silenciados durante siglos, incluso tolerados, y que se suelen cometer en la intimidad del hogar, sin testigos y a veces sin otras pruebas de cargo diferentes a la declaración de la víctima, por lo que el principio constitucional de presunción de inocencia prevalece.

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-¿Qué datos recabados por el Observatorio ayudan a entender esta lacra?</b>

-Son varios y en ocasiones desmontan los estereotipos. Por ejemplo, en los asesinatos por violencia de género, generalmente, no se aplican las eximentes de enfermedad mental o las atenuantes de arrebato, alcoholismo o drogadicción, al contrario de lo que se piensa. Además, la mayor parte de las mujeres asesinadas y los hombres condenados son españoles y no extranjeros, concretamente un 65%. También cabe mencionar que el momento de la ruptura de la pareja, por parte de la víctima, por desgracia incrementa el riesgo.