Felipe de Borbón y su prometida, Letizia Ortiz (ambos, en la foto, ayer), pudieron disfrutar ayer, en la intimidad, de la nieve y el paisaje de Baqueira Beret, tras dar esquinazo a la multitud de curiosos y periodistas que les esperaban junto a los accesos principales de la estación de esquí. Tras sufrir el sábado el acoso de los paparazzi, Felipe y Letizia optaron por perderse por las casi 2.000 hectáreas del recinto.

Para llevar a cabo su propósito, escogieron una de las entradas menos frecuentadas de Baqueira, la del Pla d´Orri, situada en una pequeña meseta de origen glaciar. Los teléfonos móviles de los periodistas, que se habían apostado en distintos puntos estratégicos de la estación, empezaron a sonar en torno a las 10.30 de la mañana: la pareja estaba ya esquiando y nadie los había cazado.

A partir de ese momento, el despliegue se intensificó. Unos salieron disparados hacia Beret, con la esperanza de que Felipe y Letizia se hubieran quedado allí. El resto, se mantuvo durante horas frente al telesilla de Baqueira, cerca de la cafetería de la cota 1.800, donde el Príncipe y su prometida habían comido el día anterior. Hacia las 11.30 horas, llegaron rumores de que andaban por Baqueira y algunas voces aseguraron que, poco antes de la una del mediodía, estaban ya por la zona de La Bonaigua.

Algún fotógrafo los pilló, finalmente, haciendo cola para subir a un remonte, prácticamente camuflados entre la gente. El Príncipe, vestido con pantalón y anorak negros, como es habitual en él. Su prometida, que el sábado acudió a las pistas con un combinado rojo y blanco un tanto demodé, se pasó ayer al negro.

"Es habitual que el Príncipe utilice el acceso a las pistas desde Orri, porque se encuentra cerca de su residencia de la Pleta de Baqueira. No se ha pretendido, en ningún caso, esquivar a nadie", explicaron fuentes de la Casa Real, que también mostraron su enojo por la actitud que el sábado adoptaron algunos medios de comunicación. "Les sometieron a una auténtica persecución, hubo fotógrafos que les siguieron esquiando, hasta el extremo de que hubo momentos en que se produjeron situaciones de riesgo para otros aficionados", aseguraron.

La presión de los periodistas de la prensa del corazón se prolongó después de la jornada de esquí del sábado. Felipe invitó a Letizia a cenar en el restaurante Casa Irene, en el núcleo de Arties, uno de los preferidos de los reyes Juan Carlos y Sofía. En la puerta del establecimiento, volvieron a toparse con los cámaras, que estuvieron esperándolos hasta cerca de la medianoche.

El interés por la pareja está alcanzando cotas insospechadas. Antena 3 Televisión ha anunciado que a partir del miércoles dedicará un programa diario a los preparativos de la boda del 22 de mayo en Madrid.