Los poemas han aparecido de un día para otro en las farolas de la ciudad y en las marquesinas de las paradas de autobús. ¿Quién mató a Paul Kelly? El poeta lo sabe y lo cuenta en verso, lo imprime, le saca copias y lo va dejando por las calles, como un señuelo. No llama por teléfono, no se sienta al computador a enviar un correo. Ahora la policía también lo busca; es un testigo. Hay 35 detectives trabajando en el caso y gracias al rapsoda extravagante ya tienen un nombre. La recompensa sigue en pie: 15.000 euros por una pista que conduzca al asesino. ¿Serán acaso para el poeta?

Paul Kelly fue asesinado la madrugada del 1 de enero frente a una taberna de Bath. Kelly intentó mediar en una reyerta entre borrachos y se llevó la peor parte: recibió varias puñaladas en el pecho y el abdomen y sufrió una gravísima herida en el corazón que le causó la muerte poco después de ingresar al hospital. Tenía 32 años y dos hijos y había tenido problemas con el alcohol y las drogas. "Mi hijo no era un ángel, pero era una buena persona --declaró su madre--. Quería pasar más tiempo con sus hijos y se había alejado de las drogas y la bebida".