En los tiempos de internet y los mensajes de móvil abreviados, la Obra Social de Caja de Extremadura apuesta de nuevo por llevar a clase a los escritores de la región para que transmitan el valor de la palabra a los alumnos de Bachillerato y Secundaria. Desde mañana y durante el mes de noviembre se desarrollará en ocho institutos el ciclo Escritores extremeños en el aula , con la participación de Víctor Chamorro y Jesús Sánchez Adalid.

El recorrido comienza en el instituto Meléndez Valdés de Villafranca y continuará en el Zurbarán de Navalmoral (3 de noviembre), Mario Roso de Luna de Logrosán (día 4), Valle del Alagón de Coria (día 8), Manuel Godoy de Castuera (día 10), Extremadura de Montijo (día 17), Turgalium de Trujillo (día 24) y Castelar de Badajoz (día 30).

Según explicó ayer Carlos Ongallo, director de la obra social, la iniciativa pretende "poner en contacto a los grandes escritores de nuestra tierra con las generaciones más jóvenes, no solo para enseñarles a escribir sino también los secretos que encierra una buena obra literaria".

Coordinado por el profesor Teófilo González Porras, el ciclo cumple ya su undécima edición y plantea a los alumnos un estudio previo en clase de las obras de los autores protagonistas antes de que visiten el aula. "Los estudiantes tienen la oportunidad de conocer físicamente a los escritores y pueden tener acceso a las vicisitudes del proceso creador", dijo González Porras, que hizo hincapié en que el objetivo final es "conocer otros mundos mediante la lectura e invitarles también a ser creadores". En el ciclo ya han participado Eugenio Fuentes, José Antonio Zambrano, Luciano Feria, Juan García, Ada Salas, Pilar Galán, Irene Sánchez Carrón, Alonso Guerrero, Javier Negrete o Juan Carlos Rodríguez Búrdalo.

Palabra y pensamiento

Víctor Chamorro, uno de los dos novelistas extremeños elegidos este año, recordó sus tiempos de docente durante 40 años y apuntó que "la palabra ha sido, es y será siempre pensamiento". Para este autor, "pensamos con las palabras que tenemos" y, por este motivo, "cuantas más tengamos, más alzaremos el techo de nuestra racionalidad".

En opinión de Chamorro, es necesario "incentivar a los alumnos y decirles que la lectura puede ser un consumo más porque consumir libros significa enriquecer su vocabulario y, en definitiva, pensar más".

Preguntado por el impacto de las nuevas tecnologías, el novelista respondió que "la palabra está siendo marginada desde hace mucho tiempo" y se mostró partidario de que sean "una herramienta más, como el encerado o la tiza". Chamorro concluyó afirmando que hará llegar a los alumnos el mensaje "de que cuiden y amen más la palabra".