March Boedihardjo es aparentemente un niño normal, simpático y con mucha facilidad de palabra, pero tras su rostro risueño se esconde también un genio precoz de las matemáticas. Tiene un talento realmente excepcional: con 9 años, solo 9, se acaba de convertir en el estudiante de menor edad que ingresa en una universidad de Hong Kong. El curso, como aquí, empezará en septiembre.

"Tomamos la decisión de aceptarlo tras dos meses de discusiones entre varios departamentos y los padres de March", ha declarado el presidente en funciones de la Universidad Baptista de Hong Kong, Franklin Lu, citado por la agencia estatal Xinhua. Otro centro de enseñanza superior había rechazado su ingreso alegando motivos de edad.

La universidad ha diseñado un curso especial de cinco años para March que le dará, cuando lo termine, una licenciatura en Matemáticas y un máster en Filosofía, aunque el muchacho también asistirá a clases de humanidades, física, idiomas, religión e informática, según avanzó el centro educativo.

De ascendencia china e indonesia, pero nacido y criado en Hong Kong, March, que estudió dos años en un centro especial en Oxford (Gran Bretaña), ha declarado que se sentía "muy bien" por la admisión y solo temió que a partir de ahora se convierta en presa de los medios de comunicación.

"Cuando estaba en Oxford, todos mis compañeros tenían más de 18 años y discutíamos a menudo sobre problemas matemáticos. Creo que no tendré problemas para comunicarme con la gente mayor que yo", dijo el jueves el joven genio, que se expresa indistintamente en chino cantonés y en inglés. March se mostró dicharachero, jugó con los micrófonos y hasta bostezó ante el aluvión de fotografías y focos.

Según Tong Chong-sze, decano de la facultad de Ciencias, durante las pruebas de ingreso el niño mostró una "exactitud" en matemáticas poco habitual entre los estudiantes universitarios, según ha publicado el diario local South China Morning Post. A March le gustan las matemáticas y estudia mucho, claro está, pero, ¿a qué dedica el tiempo libre "Me gusta mucho leer libros, pero los fines de semana salgo a jugar con los amigos".

El caso del joven March es excepcional, pero desde el año 2001 ya funciona en la antigua colonia británica un programa de caza de talentos. Desde entonces, más de 6.000 estudiantes han recibido ayudas para estudios y perfeccionamiento en varias áreas. Las matemáticas son la estrella.