Desde Nueva York, sede de las Naciones Unidas de la que depende Unicef, hasta Plasencia. Hace ya siete años, se creó el comité local de Unicef en la capital del Jerte y hoy, sus miembros pueden decir orgullosos que han conseguido recaudar más de 20 millones de las antiguas pesetas. Un dinero que tiene siempre un mismo destinatario, los niños. Su sonrisa les recompensa por el esfuerzo altruista que hacen, el tiempo que invierten y las críticas que, a veces, llegan de quien no conoce ni valora su trabajo.

"Cuando ves la sonrisa de un niño que recibe algo de Unicef, te reconforte y te olvidas de todo". Son palabras de Mari Angeles Gómez, presidenta del comité local y una de las responsables de que esta oenegé se afincara en Plasencia en el año 2003.

Con el apoyo de varias amigas comenzó una andadura a la que después se han sumado más personas. Ocho componen el comité local y "son personas con las que puedo contar siempre". Pero además, existe un grupo de voluntariado a los que llama para cosas puntuales, pero que siempre están dispuestos a echar una mano. En total, cerca de 200 personas son ya socios de Unicef en Plasencia y las puertas de su sede, en la casa de asociaciones de San Juan, están siempre abiertas a nuevas incorporaciones.

Todas las manos son pocas para ayudar en la organización de actos con los que recaudar fondos para los niños más necesitados. Desde el 2003, hay algunos que se han convertido en habituales, como la cena benéfica; la gala de baile con la colaboración de la escuela de María Baeza; la venta de productos navideños por catálogo; lotería de Navidad o su torneo benéfico de golf. Precisamente, ayer se celebró su cuarta edición en el campo de golf de Talayuela.

Cada año, lo recaudado se destina a un programa de ayuda infantil, pero Mari Angeles destaca que, desde hace dos años, la prioridad para Unicef es la supervivencia infantil. "Hay que conseguir que baje la mortalidad infantil porque más de 9 millones de niños mueren al año antes de haber cumplido los cinco años". Unicef ofrece desde atención al parto, hasta alimentación, vacunas o recursos sanitarios y actúa en más de 150 países.

Para los escépticos, los que creen que el dinero no llega a su destino, la presidenta del comité local señala: "Nos hacen bastantes auditorías y salen muy bien. Está todo muy controlado, es verdad que esta es una empresa con gastos de gestión, con personal que mantener, pero Unicef no se queda nunca con más del 10% de lo que recauda, así que el 90% como mínimo va a los niños". Como ejemplo, señala que con las tarjetas navideñas recaudan más que otras oenegés porque Unicef tiene los derechos de sus autores. "Lo que es seguro es que lo que no llega es lo que no sale del bolsillo de cada uno", subraya la presidenta local.