Pedro Sánchez ha viajado a Nueva York con el objetivo de comprometer a España en la avanzadilla de la lucha contra el calentamiento global, a pesar de que el contexto en la arena estatal no favorece precisamente una implicación política y financiera. El Gobierno destinará 150 millones de euros en los próximos cuatro años al denominado Fondo Verde internacional, para intentar que que el crecimiento y el desarrollo sean compatibles con sostenimiento medioambiental del planeta. Se trata del principal mecanismo financiero para apoyar acciones de mitigacion y adaptación del cambio climático, especialmente en países en desarrollo.

Lo trascendente de la medida es menos la cuantía y más la involucración que muestra. Con un Ejecutivo en funciones, con un Parlamento disuelto desde este martes por la convocatoria del 10-N, y con los Presupuestos Generales del Estado (PGE) prorrogados desde el mandato de Mariano Rajoy, Sánchez no puede competir con otras cifras de países que añaden muchos más ceros, pero intenta, hacer público su compromiso con la causa buscando esos millones en unas Cuentas públicas en las que el PP no había previsto partidas para el Fondo Verde.

El compromiso de España ante la Cumbre del Clima se materializa después de que otros países como Alemania, Reino Unido, Francia, Qatar o Brasil anunciasen también su respaldo financiero.

ENMIENDA KIGALI / Sánchez deja otros dos mensajes respecto al clima. España se suma a la enmienda Kigali, que es una modificación del Protocolo de Montreal firmada en el 2016 y que requiere a los países a que reduzcan la producción y el consumo proyectados de hidrofluorcarbonos (HFC) en más del 80% durante los próximos 30 años. El documento se considera clave para reducir los gases de efecto invernadero. Los especialistas han llegado a la conclusión que, sin esta enmienda, no se podrían cumplir los Acuerdo de París, firmado en el 2015 por 159 países para establecer medidas de lucha contra los gases de efecto invernadero que limiten el aumento de temperatura por debajo de 1,5 ºC.

Sánchez también compromete la aportación española de otros 2 millones de euros al Fondo de Adaptación en el marco de la Convención del Clima. El presidente inauguró la Climate Week con una llamada a la «acción urgente» ante la «emergencia climática» y defendió el Green New Deal español, una apuesta que tiene como objetivo alcanzar una economía neutra en carbono para el 2050. «Queremos llegar al 2030 con una remisión de emisiones de alrededor del 20% respectoa los niveles de 1990», señaló. Esa transición, afirmó, generará 250.000 empleos y otros 364.000 puestos de trabajo asociados entre el 2021 y el 2030.