Las mesas españolas ofrecerán en breve calamares y mejillones argentinos, en parte por la catástrofe ecológica en Galicia y la prohibición de pesca. En Buenos Aires se asegura que el hundimiento del ´Prestige´ obliga a las empresas españolas a buscar otras fuentes. España ha aumentado en un 40% los pedidos de calamar argentino. El año pasado, la tonelada sin procesar costaba 600 dólares (unos 600 euros, 100.000 pesetas). Ahora, el precio ha subido a 900 dólares.