Joel, un chico de 14 años, alto, tímido y amable, acudió ayer al Hospital de Sant Joan de Déu, en la localidad catalana de Esplugues, para dar las gracias públicamente a la desconocida familia que hace 10 años aceptó cederle una porción del fémur del hijo que acababan de perder, posiblemente de su misma edad. La ocasión escogida fue la presentación del primer banco de tejido infantil que se crea en Europa, una colaboración entre el Hospital de Sant Joan de Déu y el Clínico, que deberá nutrirse de las donaciones de córneas, huesos, tendones, válvulas cardiacas, piel y arterias procedentes de niños recién fallecidos. El mensaje de Joel se dirigió, por tanto, a los padres que se encuentren en la situación de acceder a esa cesión.

Hace 10 años, el hueso principal de la pierna derecha de Joel ocultaba un cáncer, un sarcoma de nueve centímetros, preludio de una amputación. El cirujano ortopédico Ramon Huguet retocó el fémur del pequeño donante anónimo y lo convirtió en una pieza ósea de 15 centímetros, que implantó con precisión en la pierna de Joel. Y se reinició el crecimiento. Años más tarde, cuando el cuerpo emprendió su definitivo estiramiento, el niño volvió al quirófano y le implantaron una porción del hueso de la tibia. Ahora tiene dos piernas de idéntica largura.

"De niño, no me enteraba mucho de todo esto, pero poco a poco me lo fueron explicando --relató ayer--. Le doy las gracias a todos los que me han ayudado a llevar una vida normal: ahora corro, salto, juego a basquet y fútbol, y puedo hacer lo mismo que las personas de mi edad".

ESCASEZ El recurso empleado hasta ahora circunstancias es la adaptación de tejido de donante adulto a las dimensiones físicas de los niño enfermos, bebés de pocos meses en muchos casos. Esa solución, imperfecta por el distinto tamaño y vejez del material orgánico empleado

El nuevo banco de tejido pediátrico mantendrá conexión en red permanente con todos los hospitales españoles que atienden a población infantil, de forma que puedan solicitarle, u ofrecer, los tejidos infantiles que precisen o los que cedan las familias de los niños recién fallecidos. Para que esta dinámica avance será imprescindible que los padres que acaban de perder a su hijo reaccionen a tiempo ante las peticiones de los sanitarios, y accedan a la obtención del tejido válido de su pequeño perdido. El tejido más solicitado desde las unidades médicas infantiles es el de huesos y tendones, para reconstruir los órganos dañados por quistes, tumores cancerosos o fracturas.