El transplante de órganos en España tuvo el año pasado un coste de 130.873.493 euros, según datos facilitados por la ONT. Las operaciones de hígado, las más numerosas y las más caras (6.295 euros), suponen la partida más elevada (56,6 millones).

Según el coordinador nacional de la ONT, Rafael Matesanz, la estructura de coordinación (gastos extras hospitalarios y de personal médico, enfermería y administrativo) suponen unos 5 millones, en torno al 3,7% del gasto. Estos estímulos financieros, que en otros países no se aplican, es una de las principales críticas al modelo español, con el argumento de que se prima económicamente a quienes participan en esta terapia frente a otras como el alzhéimer y el cáncer, que deben ejercerse dentro de los límites presupuestarios de la asistencia ordinaria.

La ministra aseguró que la financiación del trasplante depende de la partida "que le asigna el Congreso y no es muy alta" y resaltó que esta actividad requiere una experiencia y dedicación de 24 horas, que tiene que ser retribuida, y defendió que no es el coste en términos económicos lo que dificulta que haya más trasplantes y lo que está manteniendo la lista de espera.