España ha desembolsado menos del 1% de lo que se comprometió a aportar durante el periodo 2015-2018 al Fondo Verde, la ayuda acordada por la comunidad internacional hace tres años para ayudar a que los países más desfavorecidos puedan hacer frente a los efectos más inmediatos del cambio climático. Según un informe presentado por Oxfam Intermón sobre las estado de las finanzas climáticas, aunque ninguno de los países industrializados está haciendo los deberes, el caso de España es particularmente negativo.

El estudio ha sido publicado este lunes con motivo del comienzo en Marrakech (Marruecos) de la nueva Conferencia de la Convención Marco sobre Cambio Climático(COP22), cuyo gran objetivo es poner en marcha los acuerdos alcanzados el diciembre pasado en París.

José María Vera, director general de Oxfam, ha advertido al presentar el informe de que que "muchos países van hacia el desastre por los efectos del cambio climático, mientras que España y buena parte de los países desarrollados miran hacia otro lado y se lavan las manos". "Es una cuestión de estricta justicia que aquellos países que más contaminan sean los que más pagan", ha añadido.

Según Oxfam, la aportación española hasta la fecha no ha llegado a un millón de euros, frente a los 120 millones anunciados por el Gobierno y los 500 millones que le corresponderían en función de su producto interior bruto (PIB). El Fondo Verde ha solicitado 15.000 millones de dólares (13.500 millones de euros) en todo el mundo para hacer frente a la "emergencia global", aunque la cifra deberá aumentar progresivamente hasta alcanzar los 100.000 millones de dólares anuales en el año 2020.

Según el informe, el acuerdo entre España y el Fondo Verde obligará a desembolsar en el año 2017 al menos 17 millones de euros. Por ello, Oxfam reclama que los Presupuestos del Estado para el próximo año incluyan una partida en este sentido.

NEGLIGENCIA DEL GOBIERNO

La oenegé recuerda asimismo que España es el tercer país europeo que más ha aumentado sus emisiones de gases de efecto invernadero entre 1990 y 2014. El incremento fue concretamente del 17,5%, mientras que la mayoría de los socios sí ha encauzado su objetivo.

En este contexto, añade que el Gobierno español debe poner fin a "su actual actitud de negligencia en materia de lucha contra el cambio climático" y comprometerse durante la COP22 a trabajar con firmeza en las dos vías para combatirlo: disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y realizar una contribución justa para la mitigación y especialmente para la adaptación de los países más pobres.

Por si fueran pocas las aportaciones internacionales, Oxfam explicaque los casi 37.000 millones de euros al año declarados por los países ricos como fondos de lucha contra el cambio climático tan solo entre 10.000 y 19.000 millones están realmente dedicados a combatirlo. "Menos del 25% de las finanzas climáticas reportadas en 2013-2014 fueron en forma de donaciones", explica.

La oenegé estima que la mitad más pobre de la población mundial -unos 3.600 millones de personas- genera solo el 10% del total de las emisiones mundiales pero, en cambio, es particularmente vulnerable a los efectos del cambio climático.

Marrakech mira a las presidenciales estadounidenses

La Conferencia sobre Cambio Climático de Marrakech(COP22) ha empezado con un ojo puesto en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el segundo países emisor gases de efecto invernadero, puesto que el candidato Donald Trump ha prometido revocar el acuerdo alcanzado en París en el 2015. "Esperamos que podamos tener una relación muy positiva y constructiva con el futuro presidente”, ha declaro Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC). Estados Unidos firmó y luego ratificó el acuerdo de París, pero fue una decisión del presidente Obama acordada al margen del Congreso.

"Marrakech es el momento de avanzar en la acción climática", ha instado Espinosa durante la sesión plenaria de apertura, pidiendo a los países que aceleren su "ritmo” en la lucha contra el aumento de las temperaturas. "Lo que está en juego no es solo el cambio climático, sino una cuestión de civilización y de desarrollo económico”, ha insistido el anfitrión de la cumbre, el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Salaheddine Mezouar.