España es el quinto país del mundo que más correo electrónico basura produce (5,8%), por detrás de EEUU (21,6%), China (13,4%), Corea del sur (6,3%) y Francia (6,3%). Un creciente fenómeno, según advirtió ayer la Comisión Europea, que los gobiernos deben frenar con una aplicación más eficaz de la legislación de la UE.

Según los datos de la industria, entre el 54% y el 85% de los mensajes electrónicos son correos no deseados (spam). En su mayoría proceden de Asia, aunque el 25% de los mismos son producidos dentro de las fronteras de Europa, en países como Francia, España, Italia y Alemania, que figuran entre los 12 países más contaminantes.

Los delincuentes inducen a los usuarios a facilitar sus datos mediante mensajes engañosos (pishing), una acción ilegal que va en aumento y que muchas veces se presenta con el supuesto e-mail de un banco para que el destinatario introduzca su número de cuenta. Por este motivo, la comisaria de Sociedad de la Información analizará la legislación que desde el 2002 regula en la UE la intimidad en las comunicaciones.