España es, con un 34% de niños entre 7 y 10 años que sufren de obesidad, el tercer país europeo más afectado por este problema, según un reciente informe de la Comisión Europea. Por delante de España, sólo se encuentran Italia y Malta.

El estudio comunitario, que analiza los hábitos de vida y el sedentarismo entre los jóvenes de la UE, alerta de que la obesidad infantil ha crecido entre un 8% y un 10% en una década, mientras que la actividad física entre los menores se ha reducido entre un 10% y un

15% en los últimos 25 años.

Las principales causas de "esta epidemia", según el informe, son dietas pobres en nutrientes y ricas en grasas y azúcares, así como la falta de ejercicio. Los niños españoles, según Sanidad, pasan una media de 2 horas y 30 minutos al día viendo la televisión y media hora adicional jugando con videojuegos o conectados a internet.

Aparte de causas hormonales o hereditarias, otro factor de la obesidad es que 8 de cada 10 menores salen de casa cada mañana sin desayunar y que el 27% de las familias rara vez comen reunidas. Eso implica que no se transmiten los hábitos alimentarios de padres a hijos.

La elevada tasa de obesidad en edades infantiles, puede tener consecuencias económicas y sociales dramáticas y provocar que la siguiente generación tenga una esperanza de vida menor que la de sus padres.