España es, desde ayer, el 13 país del mundo en cuanto al bienestar del que gozan sus ciudadanos, por delante de Dinamarca, Italia, Bélgica y Austria. Al menos eso es lo que aseguran las Naciones Unidas en su último Informe de desarrollo humano, dado a conocer en Brasilia y Madrid. Pero todavía sorprende más el esprint español a lo largo del último año, pues el curso pasado el país se situaba en el lugar número 19, seis puestos por debajo del actual.

¿Qué ha ocurrido en el 2007 para que los ciudadanos hayan experimentado una mejora tan relevante? El Indice de Desarrollo Humano (IDH) utilizado para establecer la clasificación cada año engloba tres --esperanza de vida, educación y nivel de ingresos de sus habitantes--, y las diferencias respecto al año anterior no son muy significativas, pero sí suficientes como para que el país haya escalado estas posiciones.

Así, la esperanza de vida en España ha pasado de 79,7 años a 81,5 y el producto interior bruto (PIB) por habitante es ahora de 18.308 euros cuando antes era de 16.877, mientras que el porcentaje de mayores de 15 años alfabetizados se mantiene en el 98%, el mismo que en el 2006. Estas cifras, en todo caso, se encuentran aún por debajo de las de países como Islandia, Noruega y Australia, que año tras año encabezan las tablas de desarrollo humano de la ONU. Los últimos de la lista son Guinea-Bissau, Burkina Faso y Sierra Leona.