Los conductores españoles que sean pillados por un radar en Francia circulando por encima del límite máximo de velocidad ya no lo tendrán tan fácil como hasta ahora para eludir la multa, después de que las autoridades espaolas y del país vecino hayan firmado un convenio en el que se comprometen a compartir los datos de los infractores de tráfico de sus respectivos territorios. Así, a partir del jueves, 1 de agosto, las multas por exceso de velocidad dejarán de quedar impunes, como ha ocurrido a menudo hasta la actualidad, y los infractores recibirán en sus domicilios la correspodiente citación y demanda de pago, según anunciaron ayer la Dirección General de Tráfico (DGT) y el Servei Català del Trànsit (SCT).

Este último organismo, que será el que se encargue del cobro de las sanciones de los conductores franceses en territorio catalán, admite que ahora resulta muy difícil proceder al cobro de determinadas multas, sobre todo de las detectadas desde radares estáticos (donde no se suele colocar ningún control policial a continuación), ya que la comunicación de la sanción al infractor acaba siendo muy complicada.