La ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, se comprometió ayer a multiplicar por 60 durante la actual legislatura el número de inspecciones practicadas a las aeronaves de compañías extranjeras que operan en España. De las 55 llevadas a cabo por el anterior Gobierno, el actual pasará a 3.350. Esta es la respuesta del Ejecutivo a la plaga veraniega de accidentes aéreos protagonizados por compañías poco fiables desde el punto de vista de la seguridad.

El ambicioso plan de choque, aprobado ayer por el Consejo de Ministros, prevé revisar este mismo año el 80% de los aviones de la mitad de las aerolíneas extranjeras. La prioridad se centrará en controlar los aparatos de las compañías incluidas en las listas negras de otros países europeos y las que cuenten con estándares de seguridad más bajos según los diversos criterios que usan en el sector.

También se incluirán las aerolíneas que sugiera un comité de expertos en la seguridad de las aeronaves de nueva creación, integrado por representantes de los colegios de ingenieros aeronáúticos, de pilotos y de las compañías aéreas. Las inspecciones a los aparatos de aerolíneas españolas también se multiplicarán, aunque no en la misma proporción. De las 1.303 de la anterior legislatura se pasará a 4.709, casi el triple.

La inspecciones serán además, de mayor "calidad y eficacia", según la ministra.

¿Con qué medios cuenta el ministerio para llevar cabo tal despliegue? Alvarez aseguró que a finales de año la plantilla de inspectores habrá pasado de 98 técnicos con que se encontró al ocupar su cargo a 158 y seguirá creciendo hasta los 180 hacia el final de la legislatura.