España tiene claro que en el nuevo pacto global quiere que se tengan en cuenta las emisiones per cápita. "Aunque somos el país europeo que más incumple Kioto y el segundo en el mundo, nuestras emisiones divididas por la población aún son inferiores a las de la media europea", recuerda Arturo Gonzalo, del Ministerio de Medio Ambiente. El Gobierno está convencido de que los negociadores españoles se equivocaron en Kioto, pero ello no le lleva a desvincularse. Solo a afrontar con otros criterios los pactos más allá del 2012.