La dramática odisea de los 51 inmigrantes rescatados cerca de Malta por un pesquero español llegó ayer a su fin en una jornada plagada de declaraciones contradictorias y confusas negociaciones. El Francisco y Catalina obtuvo el ansiado permiso para atracar en La Valeta y, tras embarcar en dos aviones del Ministerio de Defensa, 34 de los africanos llegaron anoche a España y 12 a Italia. De los primeros, 19 se quedarán en nuestro país, 5 viajan hoy a Andorra y los 10 restantes acabarán en algún centro del ACNUR en un país europeo. Eso siempre que no se produzcan nuevas sorpresas.

El Gobierno protagonizó durante toda la jornada de ayer un singular caos informativo. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, anunció por la mañana que de los 18 que España iba a acoger, casi todos eran marroquís que serían repatriados. Tras horas de confusión y desconcierto un portavoz de su departamento aclaró anoche que España acogía finalmente a 19, de los que 17 son eritreos y dos etíopes. La diferencia es clave porque probablemente estos últimos se quedarán en nuestro país como refugiados.

EXIGENCIAS ITALIANAS Otro factor de confusión fue la postura de Italia. Su Gobierno exigía que España se hiciera cargo de un número de indeterminado de marroquís internados en las isla de Lampedusa a cambio de admitir a 10 eritreos del pesquero que se había aceptado acoger. Tras "arduas y complejas" negociaciones, en palabras de la vicepresidenta, Roma se conformó con la promesa de apoyo diplomático de España para que el país del Magreb empiece a readmitir a sus nacionales que arriban a las islas de Sicilia. Al final 12 de los sin papeles, todos eritreos, tomaron tierra en el aeropuerto de la localidad italiana de Crotone.

Libia se había comprometido también a acoger otros 10 eritreos, pero la advertencia de diversas oenegés encabezadas por el Alto Comisariado de la Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), hizo que España diera marcha atrás. "Libia no ha suscrito los convenios internacionales para los refugiados", reconoció ayer De la Vega. Será la propia ACNUR la que se hará cargo de ellos en algunos de los centros de que dispone el algún país europeo, probablemente en Holanda. Los cinco que acogerá Andorra aterrizaron anoche en Barcelona. Los cinco restantes, cuatro marroquís y un paquistaní, se han quedado en Malta. La vicepresidenta había anunciado unas horas antes que acogería a ocho.