España ha amanecido este martes, segundo día laborable del estado de alerta, con controles policiales en las fronteras en cumplimiento de la orden dada por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que establece el cierre de las fronteras terrestres dentro de las medidas para combatir la expansión del coronavirus.

Así, desde primera hora de esta mañana los conductores que pasaban por El Pertús, en la N-II, por la Jonquera, en la AP-7, en la frontera con Francia en Gerona, se han encontrado con agentes de la Policía Nacional y de los Mossos d'Esquadra. La policía no deja pasar a los ciudadanos franceses y les obliga a dar la vuelta. Sí pueden entrar en España los ciudadanos españoles. Los vehículos de mercancías tienen el paso libres. Los agentes dejan pasar a todos los camiones de mercancías para asegurar el suministro de productos.

Se cumple así lo previsto en la orden de Marlaska: solo podrán entrar en territorio español ciudadanos españoles, personas residentes en España, trabajadores transfronterizos y quienes acrediten, documentalmente, causas de fuerza mayor o situación de necesidad. El veto no afecta ni a personal diplomático extranjero ni, importante, al transporte de mercancías.

El Gobierno ya avanzó el domingo a Francia y Portugal que probablemente cerraría las fronteras. Lo que se ha hecho es activar el artículo 28 del Código de Fronteras Schengen, que permite restablecer temporalmente los controles en las fronteras interiores en situaciones como la del actual estado de alarma por crisis sanitaria. La medida no afecta a aeropuertos ni puertos, ni tampoco a Gibraltar o Andorra.

El Ejecutivo no descarta cerrar las fronteras marítimas y aéreas en función de las circunstancias de cada momento.