En España hay 51 brotes de casos de coronavirus sin cerrar, aunque el Ministerio de Sanidad considera preocupantes solo 11 de ellos, sobre todo los de Huesca, Lérida, Valladolid, Málaga, Murcia y Galicia. Ocho días después del fin del confinamiento, la mayor parte de los focos detectados por Sanidad no son de importancia y en la mayoría de los casos los positivos son asintomáticos, indicó ayer el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, quien ha avanzado que estas cifras van a ir cambiando en los próximos días.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, aclaró que espera que no haya que afrontar un nuevo confinamiento general si la ciudadanía sigue las normas, pero no descarta confinamientos selectivos en bloques de viviendas, empresas u otros edificios.

Así se ha hecho en Santander, donde un centenar de personas se encuentran aisladas en sus domicilios tras el brote detectado en un edificio de viviendas, que ha sido puesto en cuarentena.

El presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, defendió la gestión de la pandemia y abogó por «salvar» la situación económica «con el máximo consenso» y llamó a los grupos parlamentarios a un «gran pacto» para aprobar los presupuestos y para la defensa de los reivindicaciones de la región.

Cantabria, recalcó Revilla, está por debajo de la media de las comunidades en contagios, positivos activos o fallecidos, pero es «número 1» en personas recuperadas de la enfermedad y test PCR realizados. Y eso, abundó, ha sido «mérito de todos», desde quien «dirige el barco» a todo el equipo sanitario de Cantabria «que es excepcional».

En Lérida los brotes detectados, que dejaron de viernes a lunes 131 positivos, están controlados y la sintomatología de los positivos es leve en general, si bien está costando que algunos afectados mantengan la cuarentena por su necesidad de trabajar para subsistir.