Un español está detenido en Perú acusado de ser el presunto cabecilla de una red de tráfico de droga que envió a España ocho toneladas de cocaína, confirmaron hoy a Efe fuentes cercanas al caso. El acusado, que ha sido identificado como Antonio Aranda Sanz, de 56 años, fue detenido el 22 de abril después de que la Policía encontrara un alijo de 3.900 kilos de cocaína.

La droga estaba camuflada en 90 paquetes mezclados con un cargamento de azufre para uso agrícola que ya estaba listo para ser presuntamente exportado desde El Callao hacia el puerto de Bilbao (España) como fertilizante natural por la empresa Europa Import Export creada en 2009 por Aranda Sanz. Fuentes policiales consultadas por Efe dijeron que el caso está en manos de la Justicia, bajo secreto sumarial, y declinaron dar más información al respecto.

Según informaba hoy el diario La República, la red desmantelada incluía además a un hijo y un hermano del acusado, a quienes no se logró detener y cuyo paradero se desconoce. El matutino agrega que las autoridades policiales tienen suficientes indicios para considerar que "el falso empresario" empezó a enviar droga al extranjero desde el 2003 y que los tres familiares actuaban en conjunto.

Según las fuentes consultadas por Efe, Aranda, detenido en el penal Castro Castro, ha intentado mantener un "perfil bajo", para evitar toda publicidad de su caso, y podría enfrentarse a una pena de prisión no menor de 25 años de cárcel por supuestamente encabezar una red de narcotraficantes. Los analistas en temas de narcotráfico vincularon inicialmente la droga con los cárteles mexicanos y colombianos, y llamaron la atención ante el hecho de que se incrementaran los envíos por mar, porque Perú no tiene una policía marítima, como otras naciones de la región.

Perú, después de Colombia, es el segundo productor de hoja de coca y de cocaína en el mundo, y las mafias que operan en este país envían ilegalmente cerca de 300 toneladas de la droga por vía marítima. No es la primera vez en el año que las autoridades peruanas decomisan droga en el puerto del Callao, al norte de Lima, pues en marzo pasado se desarticuló una organización que pretendía enviar casi 400 kilogramos a México camuflados en un cargamento de tablones de madera.