Cinco años después de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, los españoles siguen considerando el terrorismo internacional como una grave amenaza, pero, en la práctica, temen más los atentados de ETA que el que se pueda producir un nuevo 11-M. La evolución de las referencias al terrorismo internacional en las encuestas del CIS y en el barómetro del Real Instituto Elcano refleja que, aunque se mantiene la percepción de riesgo, puestos a elegir qué tipo de terrorismo es más peligroso para España, los ciudadanos tienen claro que desde que en junio de 2007 ETA anunciase formalmente la ruptura de la tregua la banda es más peligrosa que un hipotético nuevo atentado islamista.

La última oleada de la encuestad del Instituto Elcano, correspondiente a diciembre de 2008, reflejaba que eran más los españoles que consideraban a ETA como principal amenaza (27 por ciento) que quienes temían sobre todo un atentado del terrorismo internacional (11 por ciento). Desde el 11-M hasta 2007 fue el terrorismo internacional el que daba más miedo a los españoles en comparación con el etarra, alcanzando la máxima diferencia en junio de 2006 cuando, tras anunciarse la tregua de ETA, el 51 por ciento de los encuestados por el Instituto Elcano pensaba que un nuevo atentado islamista era más amenaza que ETA.

La relación se invirtió con la ruptura del alto el fuego y se ha mantenido así desde entonces. Además, asuntos como el cambio climático o últimamente la crisis financiera internacional, disputan en los últimos dos años al terrorismo internacional el primer puesto de la lista de principales amenazas globales para España. Otra conclusión del análisis de esas encuestas es que los españoles destacan la amenaza que supone el terrorismo internacional cuando se les pregunta directamente por él, como hace el Instituto Elcano, pero que es prácticamente irrelevante el número de personas que lo citan cuando el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) pregunta por los principales problemas del país.

Así, en los últimos meses ni una sola respuesta menciona el terrorismo internacional cuando los encuestadores del CIS preguntan por los tres principales problemas que existen actualmente en España. Ya en marzo de 2004, en pleno impacto de los atentados del 11-M, sólo el 4,1 por ciento de los ciudadanos situaba este asunto como uno de los principales problemas del país, si bien en aquellos días posteriores a los atentados la preocupación por ETA se disparó hasta el 73,4 por ciento. En los meses posteriores, las referencias al terrorismo internacional -o directamente al 11-M- como problema prioritario del país se fueron reduciendo en los estudios del CIS hasta porcentajes que nunca superaron desde entonces el 0,5 por ciento.

Tradicionalmente, los españoles no han tenido una sensación demasiado elevada de riesgo de atentados islamistas. Así, en octubre de 2001, un mes después de los atentados contra las torres gemelas en Nueva York, casi la mitad de los encuestados -el 48,1 por ciento, según el CIS- pensaba que, aunque acciones de ese tipo podían repetirse a corto plazo en los países desarrollados, eso no ocurriría en España. Ese porcentaje superaba ampliamente al de quienes creían que España sí podía ser objetivo del terrorismo internacional.

La matanza del 11-M desmintió aquellas previsiones pero, pese a ello, casi el mismo porcentaje de españoles -un 46 por ciento- seguía respondiendo que era improbable un nuevo ataque, frente al 44 que pensaba que podía repetirse, según los datos del barómetro de junio de 2004 del Real Instituto Elcano. Ahora las cosas han cambiado y en la última oleada de esta encuesta -diciembre de 2008-, aunque un 31 por ciento cree poco o nada probable que vuelva a haber un atentado islamista en España, un 50 por ciento lo ve bastante probable y un 11 por ciento entiende incluso que es muy probable. La percepción de riesgo del riesgo del terrorismo internacional es mayor a mayor edad y más alta entre los votantes del PP que entre los del PSOE, sin embargo hay unanimidad por edades y segmentos ideológicos en que es más probable un atentado de ETA que un ataque islamista.