Los bomberos consiguieron estabilizar ayer casi en su totalidad el incendio que desde el pasado viernes quema la sierra mallorquina de Tramuntana. Anoche, buena parte de los 400 profesionales y 29 medios aéreos que participaban en las tareas de extinción centraban sus esfuerzos en la zona de Galatzó, donde aún quemaba el único frente que quedaba activo, y de dónde se tuvo que desalojar el domingo a un centenar de personas.

El jefe de Emergencias del Gobierno balear, Miguel Angel Andreu, subrayó la intensidad de las tareas en Galatzó, hasta la tarde de ayer, cuando los bomberos consiguieron tenerlo bajo control. Andreu detalló las dificultades que se encontraron en una zona muy dificultosaO por sus características orográficas, que hacen inviable acceder por tierra.

El cambio de dirección que experimentó el viento la madrugada del lunes complicó el trabajo en los frentes que quedaban pendientes, sobre todo en Galatzó, donde se desplegó un dispositivo para desalojar a los animales de la reserva natural de la sierra mallorquina. La normalidad empezó para las 730 personas que a causa del incendio fueron desalojadas del municipio costero de Estellenc el domingo. De ellos, unos 250 eran vecinos y el resto turistas o visitantes que habían ido a pasar el día. Los residentes empezarón a regresar a sus hogares ayer por la tarde, toda vez que las autoridades confirmaron que la situación no entrañaba peligro para su integridad física.

El Gobierno balear permaneció alerta y subrayó que nunca antes se habían empleado tantos medios para sofocar un incendio en la comunidad. La noche del domingo a ayer, unas 250 personas trabajaron en tierra para extinguir el fuego. En total, durante el fin de semana y contando distintos turnos, hasta ochocientas personas han luchado contra un incendido que empezó, presuntamente, por la quema de rastrojos por parte de un hombre en la zona de Sa Coma Calenta. Un vecino que ya está imputado por ello.