El laboratorio espacial Tiangong 1, la primera estación orbital china, prosigue su descenso fuera de control hasta la atmósfera terrestre y está previsto que reingrese a primeras horas de este lunes, según han anunciado los centros de control de China (CMSEO) y Europa (ESA).

El laboratorio penetrará en la atmósfera a unos 26.000 kilómetros por hora, lo que provocará que se incendie y desintegre, aunque no se descarta que algún pequeño pedazo pueda sobrevivir a la fricción y caiga a tierra. La Tiangong 1 es un cilindro de unos nueve metros de largo y un peso de ocho toneladas.

Se mantiene, no obstante, la incertidumbre sobre dónde se producirá el contacto. De hecho, muy posiblemente no se podrá conocer el emplazamiento exacto y el posible destino de los posibles fragmentos supervivientes hasta poco antes de que suceda.

Aunque se conoce en todo momento por dónde discurre la Tiangong -por ejemplo, se puede seguir en tiempo real en la web de la empresa N2yo.com-, es complejo determinar su velocidad de descenso. Por ahora, la ventana más probable se extiende de las 00.36 y las 06.48, hora española peninsular.

A siete kilómetros por segundo

Sin embargo, teniendo en cuenta que el módulo orbita a unos 7 kilómetros por segundo, un retraso de un minuto puede suponer que la nave impacte 420 kilómetros más lejos de lo previsto. Lo único que está claro, subraya la ESA, es que los restos supervivientes, si los hay, caerán en cualquier sitio entre las latitudes 43 Norte y 43 Sur. Es decir, prácticamente la mitad del planeta, incluida España.

El laboratorio fue puesto en órbita en septiembre del 2011 y estaba programado para hacer una entrada controlada en la atmósfera, pero dejó de funcionar en marzo del 2016, lo que generó preocupación por su "caída".

Lluvia de meteoritos

No obstante, la probabilidad de que un humano sea golpeado por un objeto espacial de más de 200 gramos es de una entre 700 millones, según la CMSEO. "La gente no tiene que preocuparse", aseguró la agencia china. Estas naves espaciales "no se estrellan en la Tierra violentamente como en las películas de ciencia ficción, sino que se convierten en una espléndida lluvia de meteoritos y cruzan un cielo cubierto de estrellas en su camino a la Tierra", explicó.

En 60 años de vuelos espaciales, se han producido unas 6.000 entradas no controladas en la atmósfera de grandes objetos fabricados por el hombre, y un único resto alcanzó a una persona, sin herirla.

La desintegración

El calor y la fricción cada vez más intensos provocarán que la estructura principal del laboratorio arda o estalle. Esta debería desintegrarse a una altitud de unos 80 kilómetros, según la agencia espacial china.

La mayoría de fragmentos se disipará en el aire y una pequeña cantidad de restos caerá muy probablemente en el mar, que cubre más del 70% de la superficie del planeta.

La Tiangong 1 es el 50º mayor objeto fuera de control que cae en la Tierra desde 1957, según el registro elaborado por Jonathan McDowell, especialista del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian en Estados Unidos.

Prohibido quedarse un fragmento

En el improbable caso de que alguna persona encontrase un fragmento de la Tiangong-1, la Convención de las Naciones Unidas establece que debe devolverse al país de origen (China, en este caso). Asimismo, debería evitarse cualquier contacto con el fragmento sin las adecuadas medidas de seguridad, para evitar el riesgo de contaminación.