La lucha contra el cambio climático va a enfrentarse en la cumbre del G-8 en Alemania al mismo fantasma que destrozó Kioto: Estados Unidos. Washington ha declarado la guerra abierta al borrador con medidas concretas elaborado por la cancillera alemana, Angela Merkel, que marca objetivos como reducir la emisión de gases de efecto invernadero en un 50% para el 2050 y contener el ascenso de la temperatura durante el próximo siglo. La tajante oposición estadounidense al texto amenaza con hacer imposible que se alcance un compromiso en la reunión que se celebrará entre el 6 y el 8 de junio en Heiligendamm.

La radicalización de la postura de Washington se ha confirmado en un documento que ha filtrado Greenpeace. Se trata de un texto de lenguaje amenazante datado el 14 de mayo. "Estados Unidos mantiene preocupaciones serias y fundamentales sobre el borrador --dice el texto--. El tratamiento del cambio climático va en dirección contraria a nuestra postura general y cruza demasiadas líneas en términos de lo que simplemente no podemos aceptar. Hemos intentado pisar suavemente, pero solo podemos llegar a cierto punto, dada nuestra oposición fundamental a la posición alemana".

CONTRA LA ONU Washington apuesta por enfrentarse al problema del cambio climático con soluciones basadas en avances tecnológicos y rechaza tanto la idea de fijar marcas referentes a emisiones de gases como la de obligar a los miembros del G-8 a incrementar para el 2020 su eficiencia energética en un 20%. Asimismo, Estados Unidos se opone a que la declaración del G-8 reconozca a Naciones Unidas como el foro para negociar futuras acciones globales sobre cambio climático.

En el documento queda claro además el enfado de Washington porque los últimos borradores no hayan reflejado cambios que EEUU ha ido proponiendo en las distintas fases de la negociación. "Se dice que el comunicado es definitivo, pero nosotros nunca mostramos nuestro acuerdo con el lenguaje climático presentado en el documento", protesta el texto, que añade: "La mayoría de nuestros comentarios al borrador no se han abordado y se ha añadido texto problemático".

Desde Greenpeace se denuncia a EEUU con cierto espíritu de resignación y uno de sus especialistas ha dicho que "los intentos de la Administración de evitar cualquier acuerdo significativo en la cumbre son criminales, pero no inesperados".