Los teléfonos móviles son cada vez más objeto del negocio clandestino. Además de los 175.132 terminales que se robaron el año pasado en España según Interior, ha habido otras estafas con estos productos. Una era la picaresca que realizaban algunas tiendas de comprar grandes cantidades de paquetes prepago (los ´packs´), liberarlos y volverlos a poner en circulación como terminales libres o subvencionados, pero a un precio muy superior. Hoy las operadoras huyen de este modelo y optan por rebajar con puntos.