Un coche bomba estalló hoy en un centro comercial de la ciudad colombiana de Neiva (sur), sin que se registraran víctimas pero sí cuantiosas pérdidas, un hecho que el presidente Álvaro Uribe atribuyó a las FARC.

El mandatario presidió un consejo de seguridad en el aeropuerto Benito Salas de esa localidad, donde anunció una recompensa de 50 millones de pesos (unos 17.200 euros) por información que permita la captura de los responsables.

Además, señaló que se va a reforzar la "inteligencia preventiva y a ofrecer recompensas, no solamente reactivas sino recompensas preventivas", dijo. El estallido de 40 kilos de explosivos se registró en el aparcamiento del centro comercial Los Comuneros, ubicado en un céntrico sector de Neiva, capital provincial del departamento de Huila, y la onda explosiva afectó a por lo menos 400 locales.

"Ha habido muchas quejas en el Huila, las recibo constantemente, de que hay extorsión y que aquellos que no la pagan, vienen estos bandidos de la guerrilla a hacer los atentados terroristas", añadió Uribe.

"El país no puede permitir que estos bandidos nos engañen y que ahora venga el discurso político a hacerle eco a la hipocresía, a la capacidad de farsantes de estos bandidos que le hablan a las revistas internacionales de derechos humanos (...) y lo que hacen es asesinar campesinos y producir actos terroristas como éste", subrayó.

Sobre el atentado, el alcalde de Neiva, Héctor Aníbal Ramírez, señaló que la explosión se registró a las 02.00 locales (07.00 GMT) minutos después de que los rebeldes arrojaron una granada contra una empresa de bebidas para distraer a las autoridades.

"Los daños fueron ocasionados en los vidrios en la fachada de cada uno de los locales, en un 75 por ciento. Pero todos los comerciantes están dispuestos a seguir adelante. No nos vamos a dejar amilanar ni atemorizar de los enemigos del progreso", dijo el funcionario.

En octubre pasado dos bombas estallaron en céntricos hoteles de Neiva y causaron la muerte de una persona y heridas a otras cinco, en una acción que las autoridades también atribuyeron a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).