Un día después de que todos los obispos chilenos dimitieran por el escándalo de los abusos sexuales, un nuevo caso de pederastia sale a la luz pública. Sacerdores de la diócesis de Rancagua han sido acusados de integrar un grupo secreto autodenominado La Familia que en los últimos años se habría aprovechado sexualmente de menores de edad. El Obispado ha suspendido a un párroco, pero hay involucrados una docena de presbíteros.