Las causas que originan infertilidad han dado un vuelco. Por primera vez, la esterilidad masculina es el principal problema para tener un hijo, según los diagnósticos de las clínicas españolas de reproducción asistida, a las que cada vez acude un mayor número de parejas. Más de un tercio (36,8%) de los procedimientos de fecundación artificial obedecen a fallos masculinos, fundamentalmente por baja calidad seminal. El problema es femenino en el 22,6% de lo casos y de ambos sexos en el 20,8%

Los datos, que entierran los viejos prejuicios de la mujer como causante principal de estas anomalías, es revelador, sobre todo si se tiene en cuenta que el porcentaje por esterilidad masculina subió seis puntos entre los años 2003 y 2004, último del que la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) tiene cifras fiables.

Con todo, el coordinador del registro de la SEF, Javier Marqueta, trató ayer de no angustiar a los varones españoles al asegurar que la "pérdida de calidad del semen está en la misma línea de casi toda Europa". Junto a la elevación de la edad, sobre todo en aquellos que quieren ser padres tras un segundo o tercer emparejamiento, los especialistas apuntaron como principales culpables de la menor calidad seminal al estilo de vida, el tabaco, el estrés, el alcohol, la obesidad, el sedentarismo, la alimentación y la presencia de tóxicos en el entorno. Los mismos factores valen para las mujeres, al que añaden la falta de peso, a menudo consecuencia de bulimia o anorexia.

Los datos de la SEF dan cuenta de una creciente demanda de tratamientos de fertilidad, porque aumentan los problemas de esterilidad y porque han mejorado las técnicas. De los 470.000 niños que nacieron el año pasado en España, unos 7.500 han sido engendrados por técnicas de fecundación asistida. Esta tasa (1,6%) ya se asemeja a las de Alemania, Francia o Reino Unido. Dinamarca ostenta el récord (4%) porque su gobierno sufraga parte del tratamiento.