Derrumbado y entre lágrimas, la estrella de Los Angeles Lakers, Kobe Bryant (en la foto bajo la grave mirada de su esposa, Vanessa) proclamó ayer ante la prensa su inocencia de los cargos de violación que el fiscal le acababa de imputar.

El sucesor de Michael Jordan y crack de cracks de la NBA irá a juicio el 6 de agosto, acusado de haber usado la fuerza física para tener sexo con una camarera de hotel de 19 años. En el mejor de los casos, el asunto se cerrará con un lamparón irreparable para su carrera. En el peor, se enfrenta a una multa de 665.000 euros (110,6 millones de pesetas) y a una pena que oscilará entre cuatro años de prisión condicional y cadena perpetua.

Bryant, de 24 años, casado y padre de una niña de seis meses, admitió ante su mujer haber cometido adulterio con la mujer que le acusa de violación y con la que, según él, se acostó "de mutuo acuerdo".