Un estudio de especialistas de Salud Mental del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón indica que una buena relación con la madre durante la etapa de infancia y juventud previene en la edad adulta la aparición del trastorno límite de la personalidad, conocido como "doble personalidad".

Según un comunicado del Consorcio, la investigación ha sido publicada en la revista Adicciones bajo el título de Estudio sobre aspectos etiológicos de la patología dual, y ha sido elaborada, entre otros, por los doctores Matías Real y Gonzalo Haro, del Servicio de Psiquiatría del Consorcio.

Ambos recuerdan que existían estudios previos que manifestaban que una familia desestructurada "puede conllevar el consumo de drogas, problemas de conducta en la adolescencia y la aparición del trastorno de la personalidad en la vida adulta".

Sin embargo, el objetivo de esta investigación, según Real, era "evaluar una parte de la interacción entre los antecedentes familiares, la dinámica familiar, los trastornos de conducta, los trastornos por uso de sustancias y los trastornos de personalidad".

Los resultados han indicado que evaluando los elementos "de manera transversal" se puede observar "una compleja interrelación de estos aspectos", y han concluido que "parece no existir una única causa para que se desarrollen problemas de personalidad", sino que "tienen que juntarse varios factores".

Así, los doctores han destacado en su estudio la importancia de "la carga genética heredada en el trastorno límite", ya que los pacientes drogodependientes con familiares alcohólicos pueden tener casi tres veces más riesgo de padecer dicho trastorno de la personalidad.

Sin embargo, el factor genético "no es suficiente", ya que la relación de estos pacientes durante su infancia y adolescencia con su madre es también un aspecto determinante en la aparición de "doble personalidad", pues aquellos niños que no desarrollaron un vínculo afectivo con su madre tienen más predisposición.

Real se halla implicado en un proyecto de seguimiento a tres años de adolescentes para profundizar en las relaciones entre la dinámica familiar y el consumo de sustancias como variables que predicen el desarrollo de trastorno de personalidad en la vida adulta.