Una crisis financiera, un terremoto y un infarto se parecen más de lo que podría pensarse, según afirma Eugene Stanley. El científico, en la frontera entre la física tradicional y sus aplicaciones a la economía y la medicina, impartió el pasado miércoles en la ciudad de Barcelona una charla en el congreso Fuera del equilibrio. Nuevas fronteras de la ciencia, el arte y el pensamiento , organizado por el Departamento de Cultura de la Generalitat y la Fundación Caixa Cataluña.

--La bolsa ha sufrido últimamente grandes turbulencias. ¿Cómo ve un físico esta situación?

--La inestabilidad es el estado normal de los mercados. La gente, incluyendo algunos economistas, tiende a pensar que hay un régimen "normal" en el que solo se producen pequeñas fluctuaciones, perturbado excepcionalmente por unos pocos acontecimientos catastróficos. Pero analizando los datos desde un punto de vista físico, se observa que hay una gran gama de sucesos intermedios cuya magnitud responde a una precisa ley matemática. Lo interesante es que se puede calcular exactamente la probabilidad de que aparezca un acontecimiento de una cierta magnitud. No se puede adivinar cuándo, pero sí se pueden valorar mejor los riesgos. Lo mismo sucede con los terremotos.

--¿Hay alguna razón profunda que explique el parecido entre fluctuaciones financieras y terremotos?

--Sí, en ambos casos hay un gran número de elementos en interacción. Los títulos están vinculados: el valor de cada uno de ellos depende del valor de los otros. Del mismo modo, las placas tectónicas no están aisladas entre sí.

--¿Por qué un físico se interesa por estos problemas?

--En primer lugar, por curiosidad: me encanta solucionar enigmas. En segundo lugar, porque los físicos están acostumbrados a tomarse los datos experimentales muy en serio. Los economistas estudian cada acontecimiento por separado, como si fuera un caso único. Nosotros, por el contrario, hemos acumulado todos los datos disponibles y los hemos analizado estadísticamente, encontrando así unas regularidades escondidas. La física puede desvelar algunas leyes secretas de la sociedad, de la naturaleza e incluso de la vida.

--El reto es exportar el "método físico" al estudio del alzhéimer.

--Así es. Esta enfermedad produce en el cerebro acumulaciones de cadenas moleculares enrolladas y pegadas de manera casual. En este caso, exportamos a la medicina otra técnica muy común en la física: simulamos en el ordenador un proceso biológico. El objetivo es investigar los primeros momentos del alzhéimer para poder bloquearlo con fármacos o ingeniería genética.

--Sus resultados sobre los latidos del corazón ya se han convertido en una sistema diagnóstico.

--Sí, así es. Una empresa norteamericana ya fabrica una banda que se pone alrededor del tórax y puede medir con precisión los intervalos de tiempo entre los latidos. Unas fluctuaciones anómalas de la duración media indican que el corazón de esa persona está enfermo.