El acuerdo del clima de París echará a andar en un tiempo récord. Frente a los más de ocho años que necesitó el protocolo de Kioto para ser una realidad, el pacto contra el calentamiento global del planeta alumbrado en la capital gala en diciembre del 2015 lo hará en un plazo inferior a un año. El respaldo mayoritario dado este martes por el pleno del Parlamento Europeo permitirá a la UE concluir el trámite esta semana y depositar en Nueva York los instrumentos de ratificación, a tiempo para la próxima cumbre del clima que se celebra en noviembre en Marraquech.

Para que este pacto pueda entrar en vigor hace falta la ratificación de55 países que sumen al menos el 55% de las emisiones. El pasado domingo India daba un paso importante elevando la cifra de los estados que han concluido el proceso hasta los 63 y situando el porcentaje de emisiones en el 52,1%. El último acelerón, por tanto, hasta el umbral requerido le corresponderá a la Unión Europea y, especialmente, a los siete Estados miembros que ya han completado el proceso -Hungría, Francia, Eslovaquia,Austria, Malta, Portugal y Alemania- y que suman entre todos el 5% de las emisiones, un porcentaje superior al necesario.

“Con nuestra votación abrimos la vía a que el acuerdo pueda superar el umbral para que pueda entrar en vigor. Sería un resultado excelente y llegaría a tiempo para la siguiente COP (Cumbre del clima) de Marraquech”, valoraba el presidente de la Eurocámara,Martín Schulz, durante una ceremonia a la que asistían la ministra francesa y presidenta de la COP21 de París, Segolene Royal, y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que alteraba sus planes para estar presente en Estrasburgo y pedía a la Unión Europea una ratificación rápida para “hacer historia”.

ÚLTIMO TRÁMITE

El último trámite pendiente es que el Consejo de la UE apruebe oficialmente el pacto de forma que las instituciones europeas y los gobiernos que ya han hecho los deberes puedan acudir a Naciones Unidas a entregar la ratificación. Una vez entregado se cumplirán los dos requisitos exigidos y podrán entrar en vigor el mismo día en que arranca en Marrakech la próxima cumbre sobre clima el 7 de noviembre. Todos los grandes grupos de la cámara han dado un apoyo mayoritario como lo refleja el resultado de la votación: 610 votos a favor, 38 en contra y 31 abstenciones, estos últimos de las filas de los euroescépticos y la ultraderecha.

Pero al margen de la satisfacción generalizada, todos los jefes de fila han hecho un llamamiento a los gobiernos por pasar de las palabras a los hechos y aplicar lo prometido. “Europa no puede solo festejar la firma. Hay que trabajar para que sea una realidad”, urgía el líder de los populares, Manfred Weber. “Hay que intentar hacer algo más que tener solo compromisos”, añadía el socialista Gianni Pitella. “El acuerdo es el primer paso. No podemos pararnos y tenemos que traer cambios fundamentales al mundo en el que producimos y en el modo en que consumimos”, indicaba Gaby Zimmer de la izquierda europea.