El Consejo de Europa, que agrupa a los estados democráticos del continente, comenzará a investigar hoy si se produjo una alarma innecesaria e interesada, promovida por la industria farmacéutica, en el caso de la gripe A y en la anterior gripe aviar.

La iniciativa, impulsada por el epidemiólogo alemán Wolfgang Wodarg, pretende cuestionar la actitud alarmista adoptada por las agencias sanitarias internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha conducido a los gobiernos a gastar cientos de millones de euros en unas vacunas que algunos expertos consideran poco necesarias y que han sometido a los ciudadanos a posibles efectos secundarios nocivos por estar insuficientemente verificadas.

La primera comparecencia sobre la gestión de la pandemia de gripe A se celebrará esta mañana en la comisión de salud y asuntos sociales del Consejo de Europa. En ella, Wodarg expondrá con todo detalle sus críticas a lo que considera "uno de los mayores escándalos médicos", en el que mediante una "formidable campaña de intoxicación informativa" se creó una alarma innecesaria que en su opinión solo ha servido para enriquecer a las farmacéuticas.

Wodarg recuerda que con unas cifras muy bajas de personas afectadas, la OMS declaró el nivel de alarma máximo: "Aún no había ni un millar de enfermos en Europa y ya se hablaba de la epidemia del siglo, cuando en realidad se trata de una gripe de lo más normal, que no provoca ni una décima parte de las muertes ocasionadas por la gripe clásica". El número de víctimas mortales de la gripe A en todo el mundo ascendía el viernes pasado a 14.142 personas, según la OMS.

Wodarg asegura que los especialistas de la OMS están asociados de manera "muy estrecha" a la industria farmacéutica, por lo que la organización se ha dejado manipular. El especialista alemán destaca como ejemplo sospechoso del comportamiento de la OMS que inicialmente la organización recomendara a los gobiernos dos inyecciones para que la vacuna fuera efectiva, cuando siempre había sido suficiente con una dosis, y que recomendara usar únicamente las vacunas producidas por unos laboratorios determinados.

La OMS, a la defensiva, emitió ayer un comunicado en el que aseguraba que "no ha sufrido una influencia impropia por parte de la industria farmacéutica", con el argumento de que sus asesores presentan una declaración con sus intereses económicos y financieros.

ENFERMEDAD NUEVA La OMS justificó la alarma creada porque la gripe A era "muy diferente" de los otras modalidades de gripe en circulación y que en algunos casos desencadenaba graves formas de neumonías virales.