Después del escaso compromiso mostrado por los países del centro y del norte de la Unión Europea (UE) en el Consejo de Ministros de Justicia e Interior en Tampere (Finlandia) ante la actual crisis migratoria, los ocho países de la frontera sur de Europa han enviado una carta conjunta a la presidencia finlandesa de la UE en la que reclaman más ayuda y medios para poder hacer frente a la ola de inmigrantes clandestinos. La misma carta, suscrita por los jefes de Estado y de Gobierno de España, Francia, Portugal, Italia, Eslovenia, Malta, Grecia y Chipre, también ha sido remitida al presidente de la Comisión Europea.

La misiva, a la que ha tenido acceso este diario, señala que "la urgencia del problema de la inmigración ilegal en el Mediterráneo y en el sur de Europa exige una fuerte movilización de la UE". "Este desafío excede los medios de acción de que dispone cada uno de los estados. La cuestión debe ser abordada a escala europea --especialmente en términos de ayuda financiera y de despliegue de recursos-- en apoyo de los esfuerzos realizados por los estados más afectados", destacan el presidente del Gobierno español y los otros siete líderes meridionales.

El objetivo de los ocho países es lograr arrancar un compromiso político colectivo en la cumbre informal europea de Lahti (Finlandia) del 20 de octubre, que pueda transformarse en "decisiones operativas" en el encuentro europea de diciembre. El problema de la inmigración fue incorporado a la agenda de la cumbre de Lahti el 1 de septiembre, a petición de España.

Los ocho líderes de la Europa del sur consideran esencial "reforzar la cooperación operacional en la gestión de la frontera marítima meridional de la UE". Para ello, indican que es "indispensable mejorar la organización de las operaciones conjuntas, con el reforzamiento de las capacidades operativas, administrativas e financieras de la Agencia Europea de Fronteras Exteriores (Frontex) y de obtener una mayor implicación del conjunto de los estados miembros".

España solo ha conseguido arracar al conjunto de la UE una ayuda mínima para la operación de vigilancia marítima de la zona de Canarias y la costa africana, coordinada por Frontex, mientras que Malta se queja de que el apoyo prometido por la UE no acaba de llegar.

TODOS DEBEN CONTRIBUIR "Cada uno debe aportar su contribución a la lucha contra la inmigración clandestina que concierne al conjunto de la UE y no solo a los países guardianes de sus fronteras exteriores", insisten.

La carta destaca también la urgencia de intensificar la presión diplomática sobre los países africanos para que acepten la repatriación de sus ciudadanos.